San Miguel de Foces

El románico y el gótico se funden en la preciosa iglesia de San Miguel de Foces.

La ermita fue levantada por iniciativa de don Ximeno de Foces, señor de estas tierras, en el año 1249 (siglo XIII).

La iglesia formaba parte de un complejo más amplio, formado por un hospital y cenobio del cual solo quedan escasos restos. En 1259 fue donada a la orden de San Juan de Jerusalén a la que también pertenecía la familia de los Foces. La iglesia se levantó como panteón familiar de la familia. 

Se sitúa en el periodo de transición del estilo Románico al Gótico y fue declarada Monumento Nacional en 1916.

Es el único vestigio del desaparecido poblado de Foces, que fue pertenencia de la esta familia.

 El nombre de Foces proviene del latin "fauces" (paso estrecho). La familia propietaria del lugar tomó el topónimo como apellido familiar.